No todos los aceites de oliva son iguales. Aunque comparten origen, la diferencia entre extra virgen, puro y refinado es clave si buscas calidad, sabor o beneficios para la salud.
Aquí te explicamos cada uno de forma clara para que sepas cuál se adapta mejor a tu cocina.
🟢 Aceite de Oliva Extra Virgen
El más natural y saludable
Se obtiene del primer prensado en frío de las aceitunas, sin químicos ni calor.
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🌿 Sabor: Intenso, frutado, con notas picantes o amargas.
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🧬 Beneficios: Rico en antioxidantes, vitamina E y grasas buenas.
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🍽 Ideal para: Usar en crudo, ensaladas, pan, pastas y terminar platos.
👉 Es el más puro y nutritivo de todos. Si valoras la calidad, esta es tu mejor opción.
🟡 Aceite de Oliva Puro (o simplemente "de oliva")
Una mezcla intermedia
Se elabora mezclando aceite refinado con un poco de extra virgen para mejorar sabor y color.
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🧪 Proceso: Refinado + extra virgen.
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🔥 Sabor: Más suave y neutro.
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🍳 Ideal para: Cocinar a temperaturas medias o saltear.
👉 Buena opción si quieres un aceite de oliva más económico pero sin renunciar del todo al sabor.
🔵 Aceite de Oliva Refinado
El más procesado y neutro
Proviene de aceites defectuosos que se refinan con calor y productos químicos.
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💨 Sabor: Muy suave, casi sin aroma.
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❌ Valor nutricional: Bajo comparado con el extra virgen.
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🍤 Ideal para: Freír o cocinar a altas temperaturas.
👉 Úsalo si necesitas cocinar en grandes cantidades, pero no esperes beneficios nutricionales.
✅ ¿Cuál elegir?
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Si buscas salud, sabor y calidad: Extra Virgen.
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Si necesitas algo más versátil y económico: Puro.
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Si solo lo usarás para freír: Refinado.
Consejo Terrasol:
Invertir en un buen aceite de oliva extra virgen es invertir en tu bienestar y en el sabor de tus comidas. No es solo un ingrediente, es un cambio de estilo de vida.
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