Todo empezó en el sur de Perú, entre campos tranquilos, árboles de olivo y cielos despejados. Ahí, la tierra y el sol trabajan juntos para dar vida a algo especial. De ese lugar nace Terrasol, un aceite de oliva que guarda en cada gota el cariño con el que fue cultivado.

No es un producto cualquiera. Es tiempo, cuidado, historia. Lo traemos a Chile con orgullo, para que puedas sentir ese origen en cada comida. Porque creemos que los sabores también cuentan historias… y la nuestra empieza mucho antes de llegar a la botella.

Antes de ser aceite, fui tierra y sol.
Y eso lo cambia todo.

En Terrasol queremos compartir más que un buen aceite. Queremos invitarte a disfrutar algo auténtico, hecho con respeto por la naturaleza y amor por lo que hacemos.